sábado, 24 de julio de 2010

Pervivencia del Clasicismo: ARTE CAROLINGIO

Porta Lupis, capilla palatina de Aquisgrán c. 790


La rápida construcción de la capilla palatina de Calomagno alimentó la leyenda de que el diablo intervino en la obra a cambio de obtener la primera alma que entrara por la puerta al terminarse el edificio. Los clérigos y funcionarios carolingios, hábiles ellos, hicieron pasar a un lobo en primer lugar y Lucifer encolerizó.
Abandonó engañado el edificio de forma brutal, destrozando la puerta de bronce de la fachada exterior y dejándose un dedo en el mecanismo de apertura de la puerta.
Como recuerdo, en el picaporte de estas puertas de casi cuatro metros se diseñó un león que contiene en su boca un trozo de bronce que sería el dedo del diablo.
Con leyenda o sin ella, el recuerdo de los relieves romanos es más que obvio, tanto en la decoración de las cenefas como en el propio naturalismo del lobo.

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