jueves, 30 de diciembre de 2010

La Modernidad del Arte Clásico


Sifón de Alpedrete, Guadalajara Siglo XIX (Segunda mitad)

Esta pintoresca edificación pertenece al Canal de Isabel II y, por tanto, se trata de un encargo real. Juega a desorientar al espectador mostrando un perfil clásico, pero realizado con aparejo irregular y apartando la portada del eje principal. Todo ello le da un aspecto caprichoso y desenfadado, más identificable con los tiempos que corren que con el supuesto carácter recetario y falto de creatividad del arte de su época. Idea que aun pervive del neoclásico.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Lo clásico en fotografía


El calendario Pirelli es una cita mediátia anual, por lo que poco se puede añadir a todo lo que se haya dicho ya... y lo poco que se añada es aburrido e insignificante.

Karl Lagerfeld declaró el motivo de haberse inspirado en la religrión pagana: "Hoy en día a nadie le interesa el mundo clásico. Por eso he hecho este calendario"

Las fotografías le han quedado frías. Son modelos que portan algún elemento clásico, pero lo llevan como si fuera cualquier joya o atrezzo. Pero eso es lo de menos. Lo importante es la motivación del fotógrafo: Lo ha hecho para volver a poner en la palestra algo que todos desechan.
Aprovecho para autocitarme. Eso es lo que comenté en el blog "chic & cool" al respecto:


Dos milenios después seguimos siendo como los héroes trágicos de la escena griega, que tratando de escapar de nuestro destino sólo logramos caer en él mucho antes. Hemos renegado de nuestra herencia cultural en pro de la modernidad (sea lo que sea eso) y cuanto más renegamos de nuestra cultura clásica, más griegos nos volvemos. Huimos de todo lo que sea clásico como Edipo huyó de la profecía que le anunció que mataría a su padre y se casaría con su madre. Y ya sabemos cómo acabó la historia.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Lo clásico en fotografía

Manuel Outumuro: María Esteve 2010


Manuel Outumuro es uno de los más reputados fotógrafos de moda españoles y a nivel cualitativo puede tutear a cualquiera de los grandes, pese a su escaso reconocimento internacional.


Con motivo del Festival de San Sebastián, la revista Marie Claire le lleva encargando los últimos años sendos especiales fotográficos. La última edición lleva por nombre Dress code...y Hollywood creó la tendencia.


Este tipo de reportaje tiene por premisa el pastiche, por lo que vemos una recreación del estilo de Horst P. Horst.

Horts P. Horts: Lucien Lelong 1937

Y eso es con lo que hay que quedarse. A la hora de plasmar la elegancia, recurre al lenguaje clásico, aunque sea escenografía y el resultado tan... cómico. Lo importante es que no se pierde el referente de elegancia=arte clásico.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Majestad


Hace unos días, en casa de un amigo, vi una foto de la casa de la música de Oporto. No recordaba de qué edificio se trataba y reubicándolo en la memoria, pensé que a primera vista podría pasar por una biblioteca, un ayuntamiento, un ambulatorio, un centro comercial... cualquier cosa. Pero no, es un templo cultural.


Eso me hizo reflexionar sobre una frase atribuía a Cristobal Balenciaga al preguntarle por su retiro: En Mayo de 1968, murió la mujer para la que yo trabajaba. Se referia a la democratización mal entendida, a la igualdad entre todas las personas, pero igualadas por la base. El culto arrastrado por el ignorante, no al contrario, el bello arrastrado por el feo, el bondadoso por el pérfido. La vuelta a la caverna de Platón. Para el filósofo, aquellos que habían divisado el mundo de las ideas, debían llevar hacia ellas a quienes aún vivian en la sombra. Esa es la democratización bien entendida. Todos hacia la luz. Era su obligación. Pero en el arte se ha perdido la majestad. Un sucedáneo de revolución francesa que ha acabado con la sensibilidad aristocrática del arte.


Esto nos lleva a levantar un palacio de la ópera que parezca un garaje en vez de querer que los garajes parezcan palacios de ópera.


No es una cuestión de estilos. Es una cuestión de intenciones. Rechazar hacer una obra de arte para que el pueblo llano se sienta de la nobleza, sino para que las nobleza se confunda con el vulgo.


La mujer elegante, con porte, con majestad para la que diseñaba Balenciaga desapareció en 1968, en una revolución que trajo al mundo a otra mujer dinámica, guerrera... popular. Para esa mujer se levantan edificios populares. La mujer del 68 no quiere sentirse una princesa. Quiere que la princesa se sienta como ella. Balenciaga, el mayestático, decidió retirarse.

Cuando el mundo le necesitaba más que nunca.