El Sferisterio de Macerata era en sus inicios un estadio para jugar Pallone, el equivalente italiano a la pelota vasca española. Se trata por tanto de uno de los primeros edificios deportivos modernos (sólo empezó a usarse como teatro de Ópera a partir de 1921).
Quizá lo más llamativos sea que Aleandri hubiera decidido prescindido de la tipología de anfiteatro para este edificio y en su lugar optara por una composición de fachada a base de arcadas de ladrillo. El resultado es sobrio pero muy original, tanto por la composición como por la maestría en el uso del ladrillo. Todo un ejemplo a seguir para plantearse la construcción de edificios deportivos hoy día.
Otra obra muy interesante de Aleandri es su monumental viaducto de Ariccia.
A mi verdaderamente a nivel estetico no me entusiasma. Me resulta algo tosco. no por tener una torpe ejecución, sino porque el uso exclusivo del ladrillo y la monotonía de las arcadas le resta la elegancia que podría haber alcanzado. Carece del porte aristócrata que me gusta encontrar en cualquier obra de arte, pero claro, eso es una cuestión de gustos personales.
No obstante, ha alcanzado una gran cota de atemporalidad, de dificil ubicación temporal que le hace ser muy cómodo a cualquier observador contemporáneo al no encontrar su diseño vetusto, que es de lo que trata la entrada.
Tienes razón en la sobriedad de las arcadas y el empleo del ladrillo le restan ampulosidad. De todas formas con esa masa de ladrillo Aleandri nos da toda una lección compositiva que aúna el clasicismo con la tradición de arquitectura en ladrillo italiana que se remonta a la época romana.
En la época en la que se construyó ese edificio se buscaba un clasicismo que huyera del recargo de la arquitectura del siglo XVIII a la vez que sirviera funcionalmente a las nuevas necesidades urbanas que surgen tras la Revolución Francesa y la revolución industrial (no olvidemos que es un edificio deportivo, menos noble que un teatro, una biblioteca o un museo). Se trata por tanto de un neoclasicismo muy funcional, inspirado en las lecciones de arquitectura de la Escuela Politécnica de París (en las que también se inspira Schinkel, que empieza su carrera profesional en la misma época), pero a la vez tremendamente original y "parlante" como la arquitectura de Boullée y Ledoux.
Realmente la elegancia no se consigue sólo con columnas y entablamentos; es más su acumulación indiscriminada puede resultar grosera antes que elegante. Te recomiendo a ese respecto que leas a Laugier y a Milizia, teóricos del siglo XVIII que hablaron sobre la belleza en arquitectura.
Siempre he sentido debilidad por Ledoux, tanto a nivel estético como filosófico, por decirlo de alguna manera. A nivel formal demuestra que la "clase" no es una cuestion de adornos, de estetica o de belleza natural (o artificial, en el caso del arte), sino que es una cualidad innata a ciertas personas que, en el caso de los artistas, reflejan en su obra. Así se entiende que utilice elementos rústicos como el almohadillado de manera repetitiva y que, por contra, el aspecto final sea de un elegante y sofisticado a más no poder. Eso no se aprende. eso es Clase. Y a nivel de contenido... dedicar su obra a ayudar al ser humano a superarse... Me deja sin palabras.
El Sferisterio de Macerata era en sus inicios un estadio para jugar Pallone, el equivalente italiano a la pelota vasca española. Se trata por tanto de uno de los primeros edificios deportivos modernos (sólo empezó a usarse como teatro de Ópera a partir de 1921).
ResponderEliminarQuizá lo más llamativos sea que Aleandri hubiera decidido prescindido de la tipología de anfiteatro para este edificio y en su lugar optara por una composición de fachada a base de arcadas de ladrillo. El resultado es sobrio pero muy original, tanto por la composición como por la maestría en el uso del ladrillo. Todo un ejemplo a seguir para plantearse la construcción de edificios deportivos hoy día.
Otra obra muy interesante de Aleandri es su monumental viaducto de Ariccia.
Un saludo.
A mi verdaderamente a nivel estetico no me entusiasma. Me resulta algo tosco. no por tener una torpe ejecución, sino porque el uso exclusivo del ladrillo y la monotonía de las arcadas le resta la elegancia que podría haber alcanzado. Carece del porte aristócrata que me gusta encontrar en cualquier obra de arte, pero claro, eso es una cuestión de gustos personales.
ResponderEliminarNo obstante, ha alcanzado una gran cota de atemporalidad, de dificil ubicación temporal que le hace ser muy cómodo a cualquier observador contemporáneo al no encontrar su diseño vetusto, que es de lo que trata la entrada.
Un saludo
Tienes razón en la sobriedad de las arcadas y el empleo del ladrillo le restan ampulosidad. De todas formas con esa masa de ladrillo Aleandri nos da toda una lección compositiva que aúna el clasicismo con la tradición de arquitectura en ladrillo italiana que se remonta a la época romana.
ResponderEliminarEn la época en la que se construyó ese edificio se buscaba un clasicismo que huyera del recargo de la arquitectura del siglo XVIII a la vez que sirviera funcionalmente a las nuevas necesidades urbanas que surgen tras la Revolución Francesa y la revolución industrial (no olvidemos que es un edificio deportivo, menos noble que un teatro, una biblioteca o un museo). Se trata por tanto de un neoclasicismo muy funcional, inspirado en las lecciones de arquitectura de la Escuela Politécnica de París (en las que también se inspira Schinkel, que empieza su carrera profesional en la misma época), pero a la vez tremendamente original y "parlante" como la arquitectura de Boullée y Ledoux.
Realmente la elegancia no se consigue sólo con columnas y entablamentos; es más su acumulación indiscriminada puede resultar grosera antes que elegante. Te recomiendo a ese respecto que leas a Laugier y a Milizia, teóricos del siglo XVIII que hablaron sobre la belleza en arquitectura.
Un saludo.
Siempre he sentido debilidad por Ledoux, tanto a nivel estético como filosófico, por decirlo de alguna manera. A nivel formal demuestra que la "clase" no es una cuestion de adornos, de estetica o de belleza natural (o artificial, en el caso del arte), sino que es una cualidad innata a ciertas personas que, en el caso de los artistas, reflejan en su obra. Así se entiende que utilice elementos rústicos como el almohadillado de manera repetitiva y que, por contra, el aspecto final sea de un elegante y sofisticado a más no poder. Eso no se aprende. eso es Clase. Y a nivel de contenido... dedicar su obra a ayudar al ser humano a superarse... Me deja sin palabras.
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