lunes, 21 de septiembre de 2009

La nueva Hibris


Como ya he tratado en otra entrada, la industria (y arte) del ocio interactivo ha tomado la cultura clásica como temática en contadas, pero significativas, ocasiones. Uno de los mayores éxitos tanto en crítica como en venta de Sony ha sido uno de estos casos. Se trata de la saga God of War (El dios de la guerra).
Trata la historia de Kratos, un general espartano al servicio de Ares (ésta es una de sus muchas licencias narrativas, puesto que la patrona de Esparta fue Hera). El dios de la guerra manda a Kratos a destruir una ciudad en la cual el oráculo advierte que, de ser así, un maleficio caerá sobre el general de Esparta. Con todo, la ciudad es destruída y entre sus cadáveres se encuentran su mujer e hija, las cuales habían sido enviadas por el propio Ares con el fin de ser eliminadas y que Kratos no tenga ninguna atadura afectiva, con lo cual sea la máquina perfecta de matar al servicio del dios. Sin embargo, Kratos se rebela contra el Olimpo y jura matar a Ares por lo que ha hecho.
Un argumento bastante holliwooliense que, sin embargo, lleva implícita una idea muy propia de la tradición griega: la hibris. La hibris era el epicentro del sistema moral griego, al igual que el pecado lo es en el cristiano. Se puede traducir como orgullo, soberbia, desmesura. Una confianza en uno mismo exagerada merecedora de castigo. Se podría decir, vulgarmente, que consiste en "irse de listo" o "salirse del tiesto". Era la principal falta del mundo clásico y llevaba consigo a la némesis, o justo castigo por ello. La némesis, creo que más que un castigo, hay que entenderla como una devolución del individuo al orden establecido, si bien los dioses no se caracterizaban precisamente por su sutileza en ello. La literatura griega está repleta de obras que giran en torno al Hibris/Némesis, al igual que la literatura cristiana hace lo propio con la relación Pecado/Redención.
En este aspecto, God of War entronca bien con el ideario moral de la época en la que está ambientado (con más licencias que referencias históricas, eso sí), sin embargo, lo hace desde una perspectiva contemporánea, con lo que rompe por completo la relación Hibris/Némesis convirtiéndola en Hibris/Tiqué (Fortuna).
El mundo contemporáneo no tiene cabida para la mesura y sí para el orgullo. Hoy, ya que la tradición ha dejado de ser un valor artístico-social y ha sido sustituído por la innovación, rebelarse contra el camino impuesto no tendría sentido que supusiera un castigo sino una victoria. Son los osados los que tienen reservada la gloria. Es este cambio de mentalidad lo que refleja esta obra, supone un reflejo de la ruptura con la cultura clásica. Partiendo del mismo punto (la hibris) se llega a la victoria, algo impensable hace dos milenios.

2 comentarios:

  1. No conocía el videojuego, pero me parece sumamente interesnate lo que de él nos cuentas, además de este análisis de un tema clásico tan interesante como es la 'hybris' y que aparece en él.
    Gracias por tan interesante entrada.
    Besos.

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