sábado, 27 de junio de 2009

Pervivencia del Clasicismo: ROMÁNICO

Basílica de Armentia

Hoy puede parecernos inconcebible que una de las artes "mayores", como consideramos a la escultura, quedara relegara a un lugar residual en la producción artística del alto medievo.

Este periodo duró nada menos que medio milenio, hasta su nueva normalización llegado el románico (que no se llama románico, "relativo a lo romano", gratuitamente).

Ya digo que hoy nos parece extraño este olvido de la escultura, pero artes imprescindibles en otros momentos hoy están en vias de extincion. Así, un romano no entendería la práctica desaparición del mosaico hoy en día, al igual que un gótico tampoco comprendería el de la vidriera.

Por eso puede parecer que no hay mucha continuidad entre la escultura románica con la clásica, si bien el proceso de abstracción propia de la figuración medieval ya había comenzado a finales del arte clásico (los tetrarcas de la basílica de San Marcos dan buena nota de ello)

Por eso es muy difícil encontrar rasgos clasicistas en la escultura románica, pero este ejemplo es excepcional.

No está en Italia, de la que siempre se dice que mantuvo el recuerdo romano, sino en España.

De entre todos los canecillos ornamentales de la colegiata de Armienta (País Vasco), hay dos muy especiales: este niño sacándose una espina del pie y este rostro de peinado a base de caracoles.

La figura del niño es una adaptación de una celebérrima obra helenística llamada, precisamente, "el niño de la espina", hoy en el museo del prado. Repite la postura y una temática tan anecdótica que el artista debía forzosamente conocer del original griego, aunque las proporciones son más achaparrradas.

Eso es, precisamente, lo que hace más relevante el canecillo que lo acompaña, puesto que ese rostro reproduce las proporciones clásicas, que consite en dividir el rostro en cuatro partes iguales que corresponden al pelo, frente, nariz y boca-barbilla.

Tomar en cuenta el naturalista tamaño de los ojos, en contraste con el expresivo (y desorbitado) gigantismo de la típica representación románica.

Destacar por último la hoja de acanto en el que se sienta el niño de la espina románico, la guinda de esta adaptación clasicista..

2 comentarios:

  1. Desconocía la relación entre el Románico y el arte Clásico. Me ha resultado muy interesante.

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  2. Me alegro que le haya gustado. no es facil encontrar clasicismo en las artes plásticas románicas. en arquitectura si se ve una relación con la romana, pero las artes plásticas volaron por su cuenta.

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