domingo, 28 de junio de 2009

Artista → Obra de arte → Expectador

El hecho artístico se compone de tres elementos: El sujeto artístico (el artista), el objeto artístico (la obra de arte) y la experiencia artística (el espectador).

Esta relación puede parecer intrascendente de tan obvia que es, pero no es así. La importancia de estos tres elementos del hecho artistico no reside en ellos por separado, sino en la relación entre unos y otros. Me explico, cada periodo histórico-artístico lo ha caracterizado la distinta jerarquía que se ha establecido entre el sujeto, objeto y experiencia artística (es decir, repito; entre el artista, la obra de arte y el espectador).


Pongamos un ejemplo. La pintura mural religiosa románica. Cómo se relacionaron los tres elementos en ella? Pues, a groso modo es una pintura hecha para reforzar que espectador entienda la explicación del evangelio desde el púlpito.




Era, simplistamente definido, una especie de biblia pintada sobre la piedra para personas que no podían acceder a las escrituras sagradas por no saber leer.

Así pues, la relación sujeto-objeto-experiencia estaba completamente focalizada entre obra y expectador, relegando al artista a una posición muy secundaria.

Esta interactuación entre los tres elementos se fue dirigiendo más hacia el sujeto-objeto en el gótico hasta que en el renacimiento el expectador ocupaba ya la misma posición residual que en el románico tenía el sujeto artístico.

Así, habría de llegar el manierismo para que el espectador volviera a ocupar protagonismo en la relación sujeto-objeto-experiencia propia del hecho artístico.
Quizá resulte raro pensar que en el arte renacentista perdiera imporancia el expectador, pero es porque hoy vemos sus monumentos como turistas, sus cuadros dentro de los museos, expuestos sólo para nuestro disfrute.

En nuestro contexto, todo el arte anterior a nosotros es percibido desde la posición privilegiada de nuestra experiencia artística, pero cuando se realizó las circustancias eran muy distintas.
La relación entre los tres elementos no es solo importante para entender los diversos estilos. Los lenguajes artísticos se definen igualmente según este trinomio. El caso más característico es el de los videojuegos (sí, el videojuego es un lenguaje artístico).


En este caso nos encontramos la focalización en uno de los tres elementos mas radical de todo el hecho artístico. El videojuego es algo virtual, no existe hasta que el expectador hace uso de él. Casi se puede decir que el sujeto y el objeto artístico no se dan hasta que llega la experiencia artística.
Y en qué punto de la relación entre los tres estamos en este momento? El panorama artístico actual es de una complejidad tal que lo veremos más adelante, que esta entrada se ha hecho ya muy larga.

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