
Al igual que la Catedral reutilizó columnas romanas para su perímetro, otras iglesias sevillanas han recurrido al mismo uso. En este caso se trata de la
Iglesia de San Marcos, que reubica dos pilares con una serie de relieves (como se puede ver en la fotografía) y una columna que flanquea uno de los lados de la portada. No son ejemplos de especial importancia, pero tienen el valor de ser parte del escaso testimonio del pasado romano de esta ciudad, simbólicamente situado en el antiguo C
ardo hispalense (la calle principal Norte-Sur de las ciudades romanas).

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