Quisiera agradecerle a Fran López que se haya puesto en contacto conmigo para darme una inestimable información acerca del yacimiento arqueológico de Gandul. Trascribo el texto que me envió. Es difícil encontrar información acerca de la antigua ciudad y los restos que aun se conservan, por lo que su ayuda tiene muchisimo valor.
La fuente (de El Gandul) tiene nombre propio. Se la conoce popularmente como fuente de Cañada Honda, que es el topónimo de la profunda vaguada en la que se ubica. Es un precioso y raro ejemplo de obra pública romana que ha llegado intacta hasta nuestros dias. Alguien la calificó de ninfario o lugar donde además de calmar la sed se rendía culto a las ninfas. Hoy en dia se encuentra casi oculta por la maleza y en un entorno rural alejado de cualquier via de comunicación, cosa que ha facilitado su conservación hasta la actualidad. Pero esto no fue siempre así.
En la antiguedad, la recóndita fuente de Cañada Honda se hallaba nada menos que al pié de la calzada Hispalis-Anticaria (la actual Antequera), es decir, la autovía A-92 de los romanos. La actual autovía cruza las planicies de vega del Guadaíra desde Arahal y sube las colinas de Los Alcores para alcanzar Alcalá, volviendo a bajarlas mas adelante a la altura del Mediamark y la fábrica de cementos para enfilar hacia la llanura donde se encuentra Sevilla. En época de los romanos la calzada que conectaba Anticaria con Hispalis hacia lo mismo, aunque con otro trazado ligeramente distinto. En lugar de Arahal, que no existía, la vía pasaba por Basilippo (actual cerro del Cincho) y cuando se encontraba con el escarpe de Los Alcores, ascendía por la vaguada donde se encuentra la fuente, pasaba por la antigua ciudad que se levantaba en la zona de Gandul y, marginando la actual Alcalá de Guadaíra (que tampoco existía como tal en época romana), iba directamente buscando la bajada de la meseta de Los Alcores por las actuales instalaciones de la cementera, para finalmente acercarse a Hispalis. Con respecto a esta ciudad que la vía Hispalis-Anticaria encontraba nada mas subir Los Alcores por la zona de Gandul, asomada al escarpe y mirando hacia la vega, se sabe muy poco. Nunca se han realizado prospeciones en su emplazamiento urbano, aunque todos los arqueólogos que han inspeccionado el lugar superficialmente, desde Bonsor hasta nuestros días, han coincidido en que se trataría de un yacimiento urbano de primer orden, con un espectro de ocupación que abarcaría desde el calcolítico hasta época tardorromana. Un largo poblamiento continuado realmente excepcional. Lo que sí se ha excavado y estudiado mas es la gran necrópolis que se extendía a las afueras de la ciudad, al norte, en los terrenos que han pertenecido durante años al acuartelamiento militar de Las Canteras: Dólmenes, túmulos, sepulturas individuales y hasta un mausoleo circular romano. Todo ello está evidenciando el calado del asentamiento urbano al que pertenece la necrópolis. Por último, otro de los temas que quería comentar en el blog era el posible nombre de esta ciudad. En una de las entradas que le dedicas al tema citas tres topónimos que podrían referirse al lugar: Lucurgentum, Hienipa o Ilipum, siendo los tres erróneos. Lucurgentum se ha localizado cerca de la actual Morón de la Frontera, en los terrenos de la base aérea. Hienipa, debido a un error cometido por el historiador Rodrigo Caro en el siglo XVII al leer de forma incorrecta un ara incrustada en los muros del Castillo de Alcalá de GUadaíra, se relacionó consecuentemente desde entonces con la ciudad que se presumía existía en la colina del castillo de esta población. Ya en el siglo XX se revisó de una manera crítica el texto en latín que leyó en su día Rodrigo Caro, y se confirmó que jamás existió ninguna ciudad llamada Hienipa. Aún así, este topónimo imaginario todavía ilustra numerosos nombres comerciales de Alcalá. Y finalmente, Ilipum como tal, creo que jamas exitió, al menos en la Bética. Sí existió Ilipa Magna, la actual Alcalá del Río.
Hace unos 10 años, un catedrático de Filología Clásica de la Universidad de Cádiz, Pascual Barea, muy entendido en numismática antigua, después de analizar una serie de monedas encontradas por la zona y acuñadas en una ciudad llamada Irippo, sin que esta ciudad estuviera aún localizada, lanzó la teoría de que esa Irippo se debería corresponder con la ciudad antigua que se levantó en Gandul. Su análisis filolóligo argumentaba que la raiz del topónimo hacía referencia al posible nombre del Guadaíra en la Edad Antigua: flumen Ira, relativamente cercano al yacimiento. Mientras que el sufijo se correspondería con una terminación muy frecuente en las ciudades del entorno: Basilippo, Orippo (cerca de la acual Dos Hermanas, en el polígono La Isla)...Por ahora es el nombre que tiene mas papeletas de ser el de esta antigua ciudad.
Muy interesante, si señor...
ResponderEliminarCierto. le estoy muy agradecido a Fran López por toda la información que me ha proporcionado para que pueda a su vez transmitirla en este blog
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