jueves, 16 de septiembre de 2010

Pervivencia del Clasicismo: ROMÁNICO

Portada norte de la iglesia de la Asunción de Bossost, Lérida. S. XII


A primera vista, lo que vemos es un típico tímpano románico con un pantócrator rodeado de los cuatro evangelistas. Pero si nos fijamos bien, a ambos lados de la imagen de Cristo hay dos círculos con un rostro en su interior. Es una asombrosa representación del sol y la luna de manera antropomorfa. Es decir, la representación de Helios y Selene en una iglesia cristiana.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La Modernidad del Arte Clásico



Que lo clásico es una estética atemporal se demuestra como ejemplos como este. A primera vista es muy difícil catalogarlo dentro de un periodo en concreto. El perfecto estado de conservación descartaría un pasado paleocristiano, aunque estilísticamente podría pasar por tal. También podríamos pensar que es un edificio románico. Tampoco queda claro si es renacentista o neoclásico. ¿O es posmoderno? No es nada fácil catalogarlo y eso demuestra una vez más que el arte clásico es eterno, inclasificable.


Ludwig Persius: San Salvador de Posdam. 1841

martes, 7 de septiembre de 2010

Pervivencia del Clasicismo: ROMÁNICO

Claustro del monasterio de San Miguel de Cuixá (o Cuxá), Francia S. X
Haría falta una enciclopedia para dar cuenta de todos los ejemplos que demuestran que nunca se dio de lado a la tradición clásica en el milenio que ocupó la edad media.
En este caso lo que volvemos a encontrar es la perfecta simbiosis entre el orden compuesto romano y el historiado románico. No hay dos capiteles iguales, pero tampoco hay ni uno sólo en los que no se vea la huella romana.


lunes, 6 de septiembre de 2010

Pervivencia del Clasicismo: ROMÁNICO


Nadie podría pensar que no estamos ante un capitel corintio de época romana, sino ante uno románico, del Siglo XII (del deambulatorio de la iglesia de San Pedro de Besalú, Gerona)


Si bien hay que reconocer que la ejecución es algo tosca con respecto a sus homólogos romanos, no le resta mérito si pensamos que había pasado tres siglos de que la actual Cataluña dejara de pertenecer al Imperio Carolingio (y su renacimiento artístico) y siete desde la desintegración del Imperio Romano de Occidente.

También contemos con que Besalú no era una gran urbe en la que trabajaran primeros artistas y que, al fin y al cabo, no todos las obras de arte romano son de una finura extrema, también hay obras de corte más provinciano realizados por talleres locales.


Lo importante es constatar que no nunca hahabido un corte con la tradición clásica, ni durante la edad media ni en el siglo XX. Siempre vamos a encontrar ejemplos que demuestren que lo clásico se fue manteniendo, que fue una constante, que no hubo que recuperarlo porque nunca llegó a olvidarse.

Pervivencia del Clasicismo: ROMÁNICO

Cripta de San Esteban de Sos del Rey Católico (Zaragoza)


El arte románico suele sorprender mostrando elementos de la tradición clásica a poco que uno mire detenidamente. En este caso se trata de la iglesia en la que fue bautizado el propio rey Alfonso el Católico en su localidad natal. En la cripta del templo se haya unas columnas labradas por el Maestro Esteban, quien ya había trabajado en la mismísima Catedral de Santiago. En sus capiteles encontramos cómo la estética románica con la clásica. Los capiteles historiados, propios de este periodo se ven alterados con elementos propios de los clásicos, como las volutas jónicas.


Y lo que es aun más llamativo, remates inspirados en las grecas y las antefijas, remates de las cubiertas que aquí se acoplan a los capiteles.


Pervivencia del Clasicismo: S. XX




La ilustración de libros durante el siglo XX ha sido uno de los refugios del arte académico en un momento en el que la ruptura con la tradición era el nuevo dogma del arte. Si la temática del libro era precisamente mitológica, el clasicismo en pleno siglo de las vanguardias estaba asegurado.


La pintora Virginia Frances Sterrett realizó unas ilustraciones para el libro "Cuentos de Tanglewood para niños" en 1921 (mismo año que Picasso realizara su famoso cuadro de los tres músicos, una de las cumbres del cubismo)


Este libro era una recopilación de episodios religiosos griegos que la pintora ilustró con una sencillez, mesura, elegancia y respeto a la tradición pictórica poco habitual en el siglo pasado.























miércoles, 1 de septiembre de 2010

La Modernidad del Arte Clásico

Evangeliario de Ebo. 823 d. C.
Esta miniatura no sólo destaca por el naturalismo idealizado propio del Clasicismo en época carolingia. En una primera toma de contacto llama más la atención la tensión del trazo que su herencia clásica. Es la energía, la inquietud, la fuerza de su dibujo lo que le da contemporaneidad a esta obra del Renacimiento Carolingio del siglo IX