Hombre y Mujer, Antonio López
Puede parecer raro incluir a Antonio López como parte de la tradición clásica, pero fijándonos bien descubrimos cómo estas dos esculturas son una revisión de la plástica griega. La figura masculina adquiere la posición convencional, una pierna sosteniendo el peso del cuerpo y la otra exonerada. Tras el primer vistazo al naturalismo hiperrealista, es fácil ver esta estructura clásica.
El movimiento del cuerpo es más estático. La plástica clásica poseía una idealización y belleza, aquí sustituída por un áspero naturalismo. Sin embargo, la base de la escultura hay que buscarla en la tradición griega.
La figura femenina carece del contraposto, como es lo propio de las kourés arcaicas. La desnudez de esta obra contemporánea provoca ese extraño sentimiento sublime propio del hiperrealismo.
El horror ante la vejez, ante ser incapaz de diferenciar si es arte o personas reales, ante el aspecto alienado que reflejan te hace entrar en una experiencia estética incapaz de ser aprehendida por la razón.
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