Este picaporte que se salvó de la destrucción de los bombardeos de la segunda guerra mundial (poca cosas en Colonia pueden decir lo mismo) muestra una arpía o sirena que mira altiva al espectador.
No es inusual tirar de la tradición clasica en el bestiario medieval, pero es de resaltar lo romano de los rasgos faciales de esta mostruosa mujer fatal.
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