viernes, 26 de febrero de 2010

Coliseo en Tomb Raider



A veces puedes encontrar creaciones clásicas donde menos lo esperas. En este caso, mi sorpresa ha sido dar con una en un videojuego de la saga Tomb Raider. Generalmente en este medio las recreaciones clásicas se centran en videojuegos de temática histórica y mitológica, y en estos casos suelen repetir todas el mismo patrón: Toman retales de obras conocidas (el Panteón y Petra son de lo más recurrente, aunque también mosaicos y pinturas que se repiten sin cesar) y las muestran siempre en ruinas. Eso es casi un tópico. El clasicismo, al menos el arquitectónico, es mostrado como algo decadente, algo del pasado, algo roto.


Es muy raro dar con una escenografía clásica interesante, pero en esta ocasión sí he dado con una. En un momento determinado, la protagonista del juego llega a Grecia y descubre un anfiteatro. Ese anfiteatro (Llamado Coliseo en el juego, supongo que porque es un término más reconocible que anfiteatro)

Se trata de un anfiteatro de pequeñas dimensiones cubierto por una bóveda de media naranja sacada directamente del Panteón que, pese a lo que pudiera parecer, a mi juicio funciona perfectamente. El óculo ilumina sólo la arena, dejando en penumbra las gradas creando un ambiente muy interesante. Enfrentados, se han dispuesto dos pabellones, sin duda los dos palcos de honor. Uno está más elaborado, por lo que se supone que el más humilde es el de invitados. El estar uno enfrente del otro hace que huésped e invitado se puedan ver cara a cara (no es un anfiteatro grande)
El pabellón es arquitectónicamente... raro, sin embargo en general funciona bien a mi entender.


Los laterales convexos quedan muy bien estéticamente, al igual que invertir la colocación de los órdenes, situando las pilastras en el primer cuerpo en vez de en el último. También me ha gustado mucho la alteración del orden dórico por medio de la basa. El ritmo se altera de un cuerpo a otro. Mas ancho los laterales en el inferior y más estrechos en el superior. Bien logrado, creo yo.

Ahora bien, que las dos pilastras se superpongan siendo las dos iguales a mi juicio queda soso, pero hay algo que me ha chocado entero y creo que es el grandísimo fallo a nivel artístico del conjunto: La deidad (Atenea, parece) en el primer cuerpo. Que todo el público quede por encima de la diosa y que ésta quede en el mismo nivel que los combatientes no funciona en absoluto.

Pero celebro que se cree clasicismo, no sólo se recree.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo: aunque sea con fallos, vale la pena que los jóvenes se acostumbren a ver estos escenarios clásicos. Saludos cordiales.

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  2. muchas gracias. me llamó la atencion que para hacer la escenografia en vez de copiar se molestaran en crear algo nuevo. eso lo encuentro importante. tomar el lenguaje clásico para crear, no para tomarlo como algo del pasado y de reglas inamovibles

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