martes, 29 de marzo de 2011

Pervivencia del Clasicismo: BIZANCIO

Crucifixión. Mediados del S. X

Excepcional relieve en marfil, originariamente parte de un tríptico del que sólo se conserva esta placa. A primera vista se observa un conjunto bastante clasicista, sobretodo para la centuria en la que se realiza, en plena madurez del arte bizantino. Recuerda más bien al arte tardorromano, especialmente en las figuras de María y Juan y en la de los soldados romanos bajo la cruz. La figura de Cristo, por contra, ciertamente tiene el hieratismo y majestad propia del arte de la época.


En la base de la cruz, se haya una firura recostada, de la que nace el madero vertical. Es Hades, dios del inframundo clásico. En griego, a la derecha de esta divinidad, una inscripción no da lugar a dudas: "La cruz se implanta en el estómago de Hades"


No es un símbolo de victoria de una religión sobre otra, como se podría pensar y la sensibilidad actual automáticamente asociaría). Es un curioso caso de sincretismo religioso. Cristo, la vida, vence a Hades, la muerte, como metáfora de la resurrección.


Esto indica que el pueblo llano del año 950 conocía y tenía en mente la herencia grecorromana, puesto que entendería el mensaje con elementos clásicos que narra el tríptico.

lunes, 28 de marzo de 2011

La originalidad


La originalidad como valor es algo extremadamente nuevo. Novísimo.


Podemos pensar que durante toda la historia, los artistas han sido valorados por su originalidad, pero sorprende descubrir que ciertamente eso no es así. La originalidad como elemento que hace mejor una obra de arte apareció a principios del siglo XX, con la aparición de las vanguardias. Por ese cambio de mentalidad, los impresionistas se vieron repentinamente valorados. Lástima que apenas quedaba Manet vivo por aquel entonces para poder disfrutar del éxito (y el dinero).


También sorprende el caso de Velazquez.


Velázquez hasta el siglo XX estuvo considerado un gran pintor. A partir de 1900, fue catalogado como genio. ¿Era mejor Velázquez y nadie se había dado cuenta hasta la llegada de las vanguardias? No exactamente. Velázquez superó las barreras del Caravaggismo, acercándose en ocasiones a lo que sería el arte impresionista. Esa característica, durante el siglo XVIII y XIX no fue más que eso, una característica que no le hacía mejor que Murillo. Pero esa característica hoy hace que lo veamos de otra manera.


Velázquez: Villa Médici


Se supone que el valor de la originalidad ya se ha perdido. En teoría, el arte de hoy en día considera que la innovación es algo imposible, que no se puede inventar nada y que, en ese aspecto, la modernidad se equivocaba.


Digo en teoría, porque eso puede ser cierto a nivel de la comunidad artística e intelectual, pero eso que llaman ciudadano de a pie sigue valorando la originalidad en el arte.


Coincido con las presuntas élites intelectuales con eso de que la originalidad no es forzosamente un valor artístico. Lo que no termina de convencerme es la razón que esgrimen. No es cierto que no haya nada que inventar, que ya esté todo creado. Seguro que algo queda. No comparto esa visión desencantada.


Lo que yo creo es que la innovación presupone en el espectador el conocimiento de la obra precedente de la que teóricamente se separa. Eso no siempre va a ser ni cierto ni posible. El espectador no tiene por qué saber de todo.


El espectador puede ver una obra y encontrar sus valores artísticos, y si es o no original, no es algo que siempre podrá valorar. Ni tampoco tiene por qué. La Villa Medici de Velázquez se percibe como un buen cuadro. Nadie tiene por qué saber que el arte de su época no era tan luminoso, que nadie había pintado el aire libre o que nadie había osado a usar esas pinceladas sueltas. Eso es lo de menos porque nadie necesita saberlo para ver que es una gran pintura. Simplemente porque está bien pintada. ya está. Sólo hace falta eso.


Lo que siempre valorará será la excelencia. Al espectador le da igual si el dichoso "Blanco sobre blanco" de Malevich rompe con las reglas establecidas de la pintura precedente porque no tiene por qué saber cuáles son esas reglas. Lo que valorará es si está bien pintado. Verá una composición equilibrada... y (muy) poco más.







Malevich: Blanco sobre Blanco


Y este es el error del panorama del arte actual. Olvidarse del espectador. Lo que valora quien vea la obra de arte siempre será lo mismo: Si está bien hecho o no. Si está bien pintada, si los colores son buenos, si el dibujo es adecuado... Y eso es siempre así.


La buena obra de arte siempre será bien valorada, porque sus valores son exclusivamente los que el espectador siempre sabrá valorar: la excelencia.

jueves, 17 de marzo de 2011

Pervivencia del Clasicismo: ROMANICO

Esmalte flamenco 1160. Autor desconocido

En la plentud del lenguaje románico, aperece esta obra de temática religiosa pagana. El dinamismo de la escena es clásico, si bien el fondo dorado tiene reminiscencias bizantinas y la abstracción vegetal, influencia oriental.

martes, 15 de marzo de 2011

Si el arte contemporáneo no es arte, ¿qué es?


Entrevista en ABC a Marc Fumaroli, catedrático de la Sorbona y del College de France, defensor de la belleza y de la civilización europea.



—¿Por qué es tan feo el arte contemporáneo?

—Le ha declarado la guerra a la belleza, que debe considerar noble, elitista, y quiere hacernos creer que el dinero todo lo puede, incluso la prestidigitación y la alquimia, convertir el plomo en oro

—Si el arte contemporáneo no es arte, ¿qué es?

—En nombre del Arte, vaciado de sentido, se estafa con un sistema piramidal a quienes invierten en la efigie de Marcel Duchamp.

—¿Qué es lo más interesante que ha visto en un Museo de Arte Contemporáneo?

—El grado de conformismo beato que pueden alcanzar, sin ser forzados a ello, hombres y mujeres que en principio son libres.

—¿Criticar esas derivas del arte le sitúa como reaccionario?

—La palabra reaccionario tiene varios significados. Si es una injuria, la desprecio. Si quiere decir que se es capaz de reaccionar, es el mejor síntoma de que sigo vivo y libre.

—¿El pasado es más apasionante que el futuro, y el presente bastante mediocre?

—La gran ventaja del pasado es que ya está filtrado y, por lo tanto, podemos quedarnos sólo con lo mejor de él. El presente se nos sirve en bruto, y el futuro es indescifrable.

—¿El espectáculo debe ser arte, pero el arte no debe ser un espectáculo?

—Más valdría que el espectáculo fuese artístico, ¿no? Pero ni una naturaleza muerta ni, sobre todo, la música de cámara, necesitan para nada del espectáculo.

—¿Le ha sucedido alguna vez leer una crítica de una exposición de arte contemporáneo y no haber entendido casi nada de lo que decía?

—El arte contemporáneo está a menudo compuesto de nada. Es a su crítico -o más bien a su publicista- a quien corresponde convertirlo en algo. Esta labor requiere contorsiones intelectuales bastante cómicas.

—¿Todo lo que se expone en una galería de arte es arte?

—Es lo que pretendió, con una sonrisa, el humorista Marcel Duchamp. Sus discípulos, para ir más rápido, rebautizaron como museo o galería a los supermercados, lo que convirtió su contenido en arte y del más caro.

—El personaje de Vargas Llosa se preguntaba cuando se jodió el Perú...¿cuándo se jodió el mundo del arte?

—El arte, en numerosas civilizaciones, se estropeó con ellas. Hay también lenguas que se estropean cada día. Esto no significa que la naturaleza humana esté carente de arte y de lenguaje, significa que hay altos y bajos. Los mejores museos son los que nos devuelven la fe en el «homo poeta imaginum et verborum», el hombre poeta de las imágenes y las palabras.

lunes, 14 de marzo de 2011

Yacimiento de Gandul


Quisiera agradecerle a Fran López que se haya puesto en contacto conmigo para darme una inestimable información acerca del yacimiento arqueológico de Gandul. Trascribo el texto que me envió. Es difícil encontrar información acerca de la antigua ciudad y los restos que aun se conservan, por lo que su ayuda tiene muchisimo valor.

La fuente (de El Gandul) tiene nombre propio. Se la conoce popularmente como fuente de Cañada Honda, que es el topónimo de la profunda vaguada en la que se ubica. Es un precioso y raro ejemplo de obra pública romana que ha llegado intacta hasta nuestros dias. Alguien la calificó de ninfario o lugar donde además de calmar la sed se rendía culto a las ninfas. Hoy en dia se encuentra casi oculta por la maleza y en un entorno rural alejado de cualquier via de comunicación, cosa que ha facilitado su conservación hasta la actualidad. Pero esto no fue siempre así.

En la antiguedad, la recóndita fuente de Cañada Honda se hallaba nada menos que al pié de la calzada Hispalis-Anticaria (la actual Antequera), es decir, la autovía A-92 de los romanos. La actual autovía cruza las planicies de vega del Guadaíra desde Arahal y sube las colinas de Los Alcores para alcanzar Alcalá, volviendo a bajarlas mas adelante a la altura del Mediamark y la fábrica de cementos para enfilar hacia la llanura donde se encuentra Sevilla. En época de los romanos la calzada que conectaba Anticaria con Hispalis hacia lo mismo, aunque con otro trazado ligeramente distinto. En lugar de Arahal, que no existía, la vía pasaba por Basilippo (actual cerro del Cincho) y cuando se encontraba con el escarpe de Los Alcores, ascendía por la vaguada donde se encuentra la fuente, pasaba por la antigua ciudad que se levantaba en la zona de Gandul y, marginando la actual Alcalá de Guadaíra (que tampoco existía como tal en época romana), iba directamente buscando la bajada de la meseta de Los Alcores por las actuales instalaciones de la cementera, para finalmente acercarse a Hispalis. Con respecto a esta ciudad que la vía Hispalis-Anticaria encontraba nada mas subir Los Alcores por la zona de Gandul, asomada al escarpe y mirando hacia la vega, se sabe muy poco. Nunca se han realizado prospeciones en su emplazamiento urbano, aunque todos los arqueólogos que han inspeccionado el lugar superficialmente, desde Bonsor hasta nuestros días, han coincidido en que se trataría de un yacimiento urbano de primer orden, con un espectro de ocupación que abarcaría desde el calcolítico hasta época tardorromana. Un largo poblamiento continuado realmente excepcional. Lo que sí se ha excavado y estudiado mas es la gran necrópolis que se extendía a las afueras de la ciudad, al norte, en los terrenos que han pertenecido durante años al acuartelamiento militar de Las Canteras: Dólmenes, túmulos, sepulturas individuales y hasta un mausoleo circular romano. Todo ello está evidenciando el calado del asentamiento urbano al que pertenece la necrópolis. Por último, otro de los temas que quería comentar en el blog era el posible nombre de esta ciudad. En una de las entradas que le dedicas al tema citas tres topónimos que podrían referirse al lugar: Lucurgentum, Hienipa o Ilipum, siendo los tres erróneos. Lucurgentum se ha localizado cerca de la actual Morón de la Frontera, en los terrenos de la base aérea. Hienipa, debido a un error cometido por el historiador Rodrigo Caro en el siglo XVII al leer de forma incorrecta un ara incrustada en los muros del Castillo de Alcalá de GUadaíra, se relacionó consecuentemente desde entonces con la ciudad que se presumía existía en la colina del castillo de esta población. Ya en el siglo XX se revisó de una manera crítica el texto en latín que leyó en su día Rodrigo Caro, y se confirmó que jamás existió ninguna ciudad llamada Hienipa. Aún así, este topónimo imaginario todavía ilustra numerosos nombres comerciales de Alcalá. Y finalmente, Ilipum como tal, creo que jamas exitió, al menos en la Bética. Sí existió Ilipa Magna, la actual Alcalá del Río.

Hace unos 10 años, un catedrático de Filología Clásica de la Universidad de Cádiz, Pascual Barea, muy entendido en numismática antigua, después de analizar una serie de monedas encontradas por la zona y acuñadas en una ciudad llamada Irippo, sin que esta ciudad estuviera aún localizada, lanzó la teoría de que esa Irippo se debería corresponder con la ciudad antigua que se levantó en Gandul. Su análisis filolóligo argumentaba que la raiz del topónimo hacía referencia al posible nombre del Guadaíra en la Edad Antigua: flumen Ira, relativamente cercano al yacimiento. Mientras que el sufijo se correspondería con una terminación muy frecuente en las ciudades del entorno: Basilippo, Orippo (cerca de la acual Dos Hermanas, en el polígono La Isla)...Por ahora es el nombre que tiene mas papeletas de ser el de esta antigua ciudad.

domingo, 13 de marzo de 2011

La Modernidad del Arte Clásico

Terror Antiquus, de Leon Baskt. 1905

El arte del simbolismo es uno de los periodos más interesantes del arte occidental. El es puente entre el arte académico y la trasgresión vanguardista. A nivel formal, comienza el abandono de la ortodoxia, deformando los elementos pictóricos.

Sin embargo, a nivel de contenido permanece la intención de plasmar la subjetividad del artista, de menera continuísta con el romanticismo. De tal manera, el antinaturalismo de la nueva estética responde a la emotividad y sentimientos personales y no a querer predemeditamente romper con la tradición artística.

No obstante, el simbolismo dio como resultado artistas y obras que fácilmente se confunden con el arte de las vanguardias. Los casos más conocidos a este respecto son la obra del pintor noruego Edvard Munch y la etapa azul de Picasso.

El cuadro que ilustra esta entrada pertenece al simbolismo tardío, ya contemporáneo al arte de vanguardia. Lo más interesante al nivel que nos ocupa es que parece una obra de nuetros días, tanto en estilo como en contenido.

Lo que vemos es una especie de "collage". El artista toma elementos independientes y los une en la misma obra. Estos elementos hacen referencia a estilos anteriores, haciendo que la obra sea un diálogo con el arte precedente. Por último, los elementos clásicos no tratan de elaborar una escena clasicista, sino explicar ese mundo clásico.
Estas características son características del arte actual, de eso llaman "Posmodernidad".
Lo extraordinario es que lo hizo una obra pre-moderna.