martes, 27 de septiembre de 2011

Nuevo Clasicismo: Alan Mowrer


Alan Mowrer es un arquitecto y diseñador norteamericano especializado en crear ambientes y decoraciones victorianas y neoclásicas para los reyes de la casa, es decir: niños y mascotas.



Es un bonito (y caro) detalle que demuestra que el clasicismo no es ni mucho menos algo ajeno a la sensibilidad del siglo XXI.

Pervivencia del Clasicismo: GÓTICO

Pomo del portón de la catedral de Colonia


Este picaporte que se salvó de la destrucción de los bombardeos de la segunda guerra mundial (poca cosas en Colonia pueden decir lo mismo) muestra una arpía o sirena que mira altiva al espectador.


No es inusual tirar de la tradición clasica en el bestiario medieval, pero es de resaltar lo romano de los rasgos faciales de esta mostruosa mujer fatal.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Nuevos Clasicistas: Ettore Greco

Ettore Greco es un escultor paduano afincado en París. Su obra es indudablemente posmoderna, de una inspiración fragmentada del pasado artístico. Sin embargo el espíritu de muchas de sus esculturas tiene un sentido heroico que entronca bien con la tradición del arte clásico.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Lo clásico en fotografía

En plena edad dorada de Hollywood, las estrellas (y aspirantes a serlo) jugaron con el imaginario popular para igualarse a los grandes héroes de la antigüedad.


Los nuevos dioses de la sociedad se promocionaron con fotografías en la que emulaban y recreaban algunas obras de arte clásicas.


Este es el caso de George O'Brien, actor norteamericano habitual en los repartos de Jonh Ford y especializado en westerns.

Hoy en día nos pueden sorprender estas imágenes destinadas a dar a conocer a las estrellas al gran público por lo aventurado de su concepto, siendo algunas de estas imágenes excesivamente indiscretas para lo que entenemos que era el puritanismo de esa época.

martes, 13 de septiembre de 2011

Pervivencia del Clasicismo: S. XX

Hombre y Mujer, Antonio López


Puede parecer raro incluir a Antonio López como parte de la tradición clásica, pero fijándonos bien descubrimos cómo estas dos esculturas son una revisión de la plástica griega. La figura masculina adquiere la posición convencional, una pierna sosteniendo el peso del cuerpo y la otra exonerada. Tras el primer vistazo al naturalismo hiperrealista, es fácil ver esta estructura clásica.






El movimiento del cuerpo es más estático. La plástica clásica poseía una idealización y belleza, aquí sustituída por un áspero naturalismo. Sin embargo, la base de la escultura hay que buscarla en la tradición griega.




La figura femenina carece del contraposto, como es lo propio de las kourés arcaicas. La desnudez de esta obra contemporánea provoca ese extraño sentimiento sublime propio del hiperrealismo.




El horror ante la vejez, ante ser incapaz de diferenciar si es arte o personas reales, ante el aspecto alienado que reflejan te hace entrar en una experiencia estética incapaz de ser aprehendida por la razón.